Qué maravilloso invento, poder llamar por teléfono, y para comer sólo tener que esperar un rato y salir a recibir la comida cuando suena el timbre. Bueno, eso y pagar. Bajar, pagar, subir, y recibir un llamado. Un llamado del tipo del delivery que te dice que le diste tres tickets y falta plata. Preguntarle si está seguro de que no eran cuatro (la cantidad que le diste), y que el tipo te espete de muy mala manera y levantando el tono que "son tres, por eso me volví, flaca".
Su palabra contra la mía, y no tengo la arrogancia suficiente como para asegurar que no me equivoqué. Plus, I'm a pushover. Lo único satisfactorio fue tratarlo como a un chico por haber saltado por una boludez y que al tipo efectivamente le diera vergüenza. "Disculpá que te haya demorado, pero no era como para enojarse". Anoten un poroto para las ganas de no pelearse. Pero aún así me cagaron 5 pesos, me hicieron bajar dos veces y se me enfrió la comida. Sucks to be me.
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6 comments:
si a veces los delivery son una rotura de bolas, yo lo que detesto es cuando para darte un vuelto estan tres horas contando las monedas como esperando que vos le digas "si, dale, quedate con todo mi vuelto porque sos el delivery mas bueno del mundo"...
un abrazo!
Anotaste la patente de la motito??? jejejjeje
Lo bueno de peliarte con los que te llevan el pedido... es que te aseguras que te putean pero no te escupen la comida...
la propina no seria???
Facil doña ufera, mirá si no cuento el vuelto vos no me lo devolves, si vos no contas la plata yo tampoco te devuelvo nada...
Sabes lo que tendrias que haber hecho?
Decirle "Bueno, aca tenes tu ticket ( lo tiras al piso) Agarralo.
bajar dos veces... ya es demasiado.
yo la segunda vez hubiese bajado con una escopeta asi lo aleccionaba. esas no son jodas de hacer eh!
buen blog. seguire pasando.
saludossss
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