Primero, porque toda la vida tuve la duda de si era "losa" o "loza" (ahora confirmé, pero seguro después me olvido).
Segundo, porque dormir de prestado en un colchón finito en el piso en un depto con losa radiante es el equivalente a hacerse a la plancha a fuego lento toooda la noche. A caballo regalado no se le miran los dientes, ¡seguro! Pero, merde, cuando puse un pie sobre el piso lo sentí caliente, y reparar en que pasé unas 8 horas sobre eso me explicó por qué me sentía estúpida como una milanesa al horno. Stick a fork in me, I'm done.
Tuesday, July 22, 2008
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